Deshaucios en A Coruña
Asesoramos a propietarios que necesitan recuperar su vivienda o local por impago de rentas o incumplimiento de contrato. Como deshaucio abogado, iniciamos el procedimiento de deshaucio y reclamamos las cantidades adeudadas.
Ayudamos a inquilinos que han recibido una demanda de deshaucio. Revisamos el contrato y la reclamación, valoramos posibles errores en el procedimiento y buscamos acuerdos que eviten el lanzamiento cuando sea posible.
Nuestro equipo de abogados deshaucios y abogado deshaucio en A Coruña te acompaña en todo el proceso: negociación previa, demanda judicial, ejecución y entrega del inmueble, con un enfoque práctico y orientado a resultados.
Desahucios para propietarios
Ayudamos a propietarios que necesitan recuperar su vivienda o local porque el inquilino ha dejado de pagar o está incumpliendo el contrato.
Revisamos el contrato de alquiler y la situación de pagos.
Negociamos, cuando es posible, una salida pactada para evitar conflictos y acortar plazos.
Si no hay acuerdo, iniciamos el procedimiento de desahucio ante el juzgado, reclamando también las rentas pendientes y los daños que se hayan causado en el inmueble.
Nuestro objetivo es que recuperes tu propiedad con las mínimas molestias y el menor coste posible, explicándote en todo momento los pasos y los tiempos del procedimiento.
Defensa de inquilinos
También asesoramos a inquilinos que se enfrentan a un desahucio y necesitan saber qué pueden hacer: Analizamos si la demanda de desahucio cumple los requisitos legales. Revisamos el contrato y los pagos realizados. Buscamos alternativas: acuerdos de pago, ampliación de plazo para la entrega de la vivienda o defensa frente a desahucios que no se ajustan a la ley. Te explicamos con claridad tus derechos y qué opciones reales tienes para ganar tiempo, negociar o defenderte en el procedimiento.
Cómo trabajamos en los desahucios
Apostamos por un trato cercano y práctico: Te explicamos el procedimiento paso a paso, sin tecnicismos. Valoramos contigo los riesgos, plazos y costes antes de iniciar ninguna acción. Intentamos siempre una solución negociada cuando es posible, para ahorrar tiempo, dinero y desgaste. Si el conflicto llega a juicio, preparamos contigo la mejor estrategia de defensa o reclamación.
Preguntas frecuentes
El desahucio es el procedimiento legal mediante el cual el propietario puede recuperar la vivienda o el local cuando el inquilino deja de pagar la renta o incumple el contrato. A través de un abogado de desahucios se reclama tanto la recuperación del inmueble como, en su caso, las rentas impagadas.
Lo ideal es acudir a un abogado en cuanto se producen los primeros impagos o un incumplimiento claro del contrato (subarriendos no autorizados, uso inadecuado de la vivienda, negativa a abandonar el inmueble al finalizar el plazo, etc.). Un asesoramiento temprano permite enviar los requerimientos adecuados y, si hace falta, iniciar el procedimiento de desahucio sin demoras.
La duración depende del juzgado, de si el inquilino se opone o no a la demanda y de si se alcanza un acuerdo durante el procedimiento. En los casos más sencillos, el desahucio puede resolverse en unos meses, pero si hay oposición o incidencias procesales el plazo puede alargarse. El abogado te explicará los tiempos aproximados en tu juzgado.
Sí. Habitualmente en la demanda de desahucio el propietario reclama también las rentas pendientes, cantidades asimiladas (suministros, gastos asumidos por el propietario, etc.) e incluso los daños ocasionados en la vivienda, si se pueden acreditar.
No es obligatorio por ley, pero sí muy recomendable. En muchos casos, un burofax o una negociación dirigida por un abogado permite alcanzar un acuerdo de salida pactada, un calendario de pagos o una entrega voluntaria de llaves que evita costes y reduce plazos para ambas partes.
El inquilino debe leer con atención la demanda, revisar el contrato y los pagos realizados y acudir cuanto antes a un abogado. En algunos casos puede enervar el desahucio pagando lo que debe, oponerse si aprecia errores en la reclamación o negociar un plazo razonable para abandonar la vivienda.